miércoles, 15 de enero de 2020

PUTO EL QUE LEE


Ser “el puto amo” ¿Por qué es puto el amo? acaso es porque ser dueño de voluntades es de putos? Puto suele ser un calificativo despectivo aunque en este caso sería algo positivo. O al menos quien lo implementa quiere denotar una positividad, aunque suene un tanto clasista. "Soy el puto amo". Lo hice bien, me he destacado en algo. Pero el puto también se utiliza para decir que alguien es cobarde, traidor, deshonesto, falto de sinceridad, homosexual en un sentido discriminante, etc. Estoy confundido. Pero debería ser comprensivo siendo argentino. Me pongo en la piel de los españoles desconcertados por la flexibilidad desinhibida de nuestro vocabulario. Nuestra palabra identitaria “boludo” se puede utilizar como el más audaz insulto tanto como la mayor muestra de cariño amistoso. Da igual, lo que importa es la tonalidad con la que se dispara, algo así como en el idioma chino, depende de cómo cantes el boludo cambia su significado.
Dependiendo de dónde pongamos la palabra "puto" dentro de la oración podremos hablar de algo halagador o insultante. Pero una cosa es ser puto y otra muy distinta es ser puta. ¿Qué culpa tiente la hostia de ser puta? Siempre me pregunté si la hostia es puta o si el dicho es "hostia", coma, "puta", como maximizando la denotación de asombro de la palabra "hostia", mencionando una nueva palabra, puta, perdiendo así el sentido adjetivable original. Lo cierto es que la puta siempre es puta, mujer, prostituta, piernas flojas, barata, etc. Puto puede ser varias cosas, puta una sola. Estoy cansado de escuchar "hijo de puta" como el más calumniante de los insultos, "te rompo el culo" como signo de haber sacado ventaja por sobre otro, "me cogieron" (que sería como un "me follaron") para decir que "me cagaron". Personas que adoptaron el lenguaje inclusivo, que cambiaron la "a" y la "o" por la "e" pero que siguen utilizando estas expresiones tan asquerosamente machistas. Es difícil desembarazarse de un idioma que te forja de pequeño. Es el motivo por el que yo no puedo hablar con las "e" al final de las palabras, de pervertir el género. Para mí lo más importante es desarraigar las expresiones que remiten al machismo, al binarismo, que poner "e" a las palabras. Eliminar ciertas puteadas. Otra vez el patriarcado presente: "puteada" es la forma de decir "palabrota", como si la palabra virgen de personalidad se personificara en un ser despreciablemente femenino.
Estas cosas deberían estar en el temario de las clases de idioma en las escuelas de una puta vez.

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