jueves, 11 de junio de 2015

Fútbol: todos contra todos

Ha pasado un mundial más, un evento recreativo y pasional que desenmascara los verdaderos sentimientos e imbecilidades de algunos seres. Todo se ha transformado en una cuestión de guerra ficticia, y me pregunto, qué de cierto hay en todo ese sentimiento de odio entre los países. Para empezar, tuve que ver el partido final del mundial con Nadine, mi pareja, que es alemana, en un bar lleno de argentinos que de vez en cuando gritaban “Nazis de mierda”. Maravilloso! Hasta tuve la idea de cagarme a trompadas con ellos, por suerte no llegué a eso. Claro está: si eres alemán, eres Nazi. Entonces podríamos decir que nosotros, los argentinos, somos La Junta del Proceso de Reorganización Nacional (militares genocidas argentinos), o la Campaña del desierto (matanza indígena para expropiar tierras en la Patagonia), Galtieri… Total, da todo lo mismo. Simplemente se trata de infundir el odio que sientes hacia un grupo de persona y tratar de calificarlo con lo peor que se te pueda ocurrir, “todos dentro de la misma bolsa”. Y para colmo, acabo de leer los dichos del Señor Victor Hugo Morales, son estos, por favor léanlo y escúchenlo, para que se entienda de qué voy: http://www.infobae.com/2014/07/15/1580951-la-respuesta-victor-hugo-morales-los-festejos-alemanes-son-unos-nazis-asquerosos 
¿Leyeron bien? Si si, tal cual. ¡Listo, nos tapó el agua! A este tipo habría que dejar de seguirlo, de escucharlo, que la gente lo olvidara y que no pueda volver a hablar en un medio de comunicación. Pero claro, eso no sucederá porque lamentablemente hay mucha gente que opina como él. Y todo por un simple partido de fútbol, una simple gastada. ¿Alguien vio el video de la gastada de los jugadores alemanes a los argentinos? Por si no lo viste, es este: http://www.diarioregistrado.com/mundial-2014/97249-los-jugadores-de-alemania-y-una-burla-de-mal-gusto-en-los-festejos.html  Una tontería absoluta e inocente que no tiene asidero en esta discusión absurda y violenta de este impresentable periodista. Nos dicen gauchos, por llamarnos de alguna manera, porque no conocen a fondo nuestra cultura y nos identifican con un término generalizador, nada más, no veo ningún tipo de ofensa. Y suponiendo que fuera una ofensa, ¿entonces tenemos el derecho de ofenderlos a ellos diciéndoles que son todos nazis y que se creen una raza superior? Eso es un millón de veces peor que lo de gauchos. 
Estoy cansado de las generalidades, de la discriminación. Alemania ha pagado por su historia, y ya han hecho un mea culpa, han hecho lo hasta lo imposible para limpiar la historia con un presente que no se parece en nada con el pasado que tuvieron, con una historia hecha por gente que prácticamente ya están todos muertos. La nueva historia la hacen otras generaciones. Pero aún tienen que seguir lidiando con gente lamentable como este Víctor Hugo. A las atrocidades y la guerra, al nazismo se le antepusieron los pensamientos e ideales. Primero elaboraron un pensamiento, que creció, hasta llegar a los hechos. Si el pensamiento de Víctor Hugo pudiera crecer, en un caso hipotético, si pudiera dominar las mentes de los pueblos, ¿por qué no pensar que estos pueblos pudieran decidir invadir Alemania y matarlos a todos? El horror siempre parte de un ideal, y creer que por sólo pensarlo sentado desde el sillón de nuestra casa mientras miramos un partido no hiere a nadie es un error garrafal.
A título anecdótico: Unas selección alemana que está llena de hijos de inmigrantes integrados, con un arquero que lucha por la causa homosexual y que en Brasil confraternizó con la tribu Pataxo y donó dinero para causas solidarias. ¡Estos tipos son unos tremendos Nazis! ¿No?
Este señor es una vergüenza, así que pido un fuerte repudio hacia su persona. No se cómo hacerlo, quizás intentaré escribirle un carta, no lo se. Lo que si se es que no podemos ser así, no quiero que seamos así, que todo de igual, que etiquetemos a la gente por color o credo, por el país de donde viene. Ya se que soy un estúpido idealista que digo paparruchadas, que el mundo es esto y que no cambiará demasiado… pero si creo que algunas personas podrán pensar diferente y confraternizar con la única raza existente en la tierra: la humana. A por ellas pues…
Víctor, Victitor querido: deberías ir a Alemania, y ver la cantidad de caras  inmigrantes que van por la calle, sintiéndose alemanes y apostando su futuro en ese país. La cantidad de librepensadores que hay, la buena gente con la que te puedes cruzar. ¿Defectos? Claro que los tienen, pero también muchas cosas de las que aprender, y de las cuales yo he aprendido, y agradezco sentirme un poco parte de ellos. Quizás usted debería darse un paseo por allí, a ver si al final aprende algo, y se vuelve un poco más humano, como lo han logrado ellos después del horror de la guerra. Le deseo que cambie, si aún está a tiempo de hacerlo.
Otro tema: mucha gente se ha rasgado las vestiduras porque hay gente que ve fútbol mientras debería estar preocupados por las injusticias del mundo, por ejemplo, los bombardeos de Israel de estos últimos días. En primer lugar, hay injusticias como esta o peores cada día que transcurre en nuestros días de vida, pero muchas de éstas ocurren en países que “no están a la moda” ni de los medios ni de la ciudadanía, o que culturalmente hablando se encuentran lejos de nuestra concepción o entendimiento. A esta gente le digo que no sea hipócrita, porque nadie de nosotros puede y/o quiere estar dedicada su vida entera a luchar por esta gente, o mejor dicho, los que si dedican su vida entera a esta causa son la gran minoría de la humanidad, y no los que publican repudios fugaces en internet. Ellos mismos se indignan por Facebook u otro medio virtual y al otro día está subiendo videos virales sobre cualquier cosa que nada tiene que ver con guerras ni matanzas, como gatos lamiéndose las bolas cosas así. Las cosas no son ni tan blancas ni tan negras.
Todos buscamos en la vida reír, tomar un café con amigos, ver un partido por tele, tratar de ser lo más felices que se puede, sabiendo que hay un mundo en otros sitios más cercanos al infierno. Y por supuesto, dentro de lo que podemos, también intentamos algunos, cambiar algo de este mundo injusto. Pero la hipocresía no construye, sino todo lo contrario.

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